La planificación urbana desempeña un papel crucial en la vulnerabilidad frente a las olas de calor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que lo ideal es que las ciudades cuenten con, al menos, 10-15 m2 de área verde por habitante algo que no se cumple, menos con una descontrolada expansión urbana.
Por Ana Sofía de María Salazar Gallo. 06 febrero, 2024. Publicado en Diario Correo el 5 de febrero del 2024Las ciudades deben enfocarse en proyectos de mitigación de altas temperaturas, como recomienda Luis Carlos Castillo, docente de Arquitectura de la Universidad de Piura.
¿Cómo influye la planificación urbana ante las olas de calor?
La planificación y el diseño urbano son vitales para prever situaciones climáticas adversas. Pero el principal problema radica en que la planificación de las ciudades no va de la mano con su expansión natural y el resultado es el crecimiento de asentamientos humanos no planificados. Esto genera hacinamiento, bajo porcentaje de espacios públicos y de cultivo de vegetación que ayude a controlar la alta temperatura superficial que producen las olas de calor.
¿Qué medidas son clave para contrarrestar el problema?
Es importante desarrollar proyectos urbanos de mitigación de calor como refugios públicos, espacios de sombra, corredores verdes y otros. Además, hace falta mejorar la gestión pública y controlar la depredación del suelo urbano, para mantener un equilibrio entre el espacio natural y el espacio físico generado por el hombre.
¿Existen estrategias de diseño urbano efectivas para mitigar el aumento de las temperaturas?
Sí; existen estrategias pasivas; sin embargo, antes de proponer alguna, es importante realizar un diagnóstico y análisis urbano. Es necesario estudiar el recorrido solar, la proveniencia de los vientos y las propiedades físicas de absorción y transferencia térmica de los materiales que se utilizan en el diseño. Asimismo, hay que aumentar el número de espacios públicos en sombra, dentro de las ciudades, para generar microclimas que produzcan un equilibrio térmico en los barrios.
¿Cuál es la importancia de la infraestructura verde en las áreas urbanas?
Esta cumple un papel esencial en el control térmico de las ciudades, por la generación de sombra en el espacio urbano y porque ayuda a controlar la contaminación del ambiente.
Es importante fomentar su desarrollo y crecimiento con políticas públicas alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que promuevan la protección de las áreas verdes y de los recursos naturales como ríos, humedales y bosques.
¿Qué rol juega la buena distribución de los espacios públicos durante eventos de calor extremo?
Es importante realizar un análisis de cuántos m2 de espacios públicos por habitante se tiene en las ciudades. Lo ideal es que estos espacios estén descentralizados de manera equitativa, ya que el problema no solo es la sobrepoblación sino la cantidad de m2 de área verde por habitante en un determinado sector de la ciudad.
Esta desproporción genera un impacto directo en el espacio urbano y que los índices de confort térmico se ven desfavorecidos ante ese desequilibrio.
¿Qué tan importante es la tecnología en la adaptación urbana y la planificación?
El futuro de las ciudades está orientado en ser responsivas; es decir, que tengan la capacidad de adaptarse y responder ante los fenómenos naturales. Para ello, es necesario implementar tecnología digital en las ciudades, a través de sistemas IOT (Internet of Things), con la finalidad de transformar ciudades tradicionales en ciudades inteligentes.
Y en el Perú, ¿es posible implementar estas tecnologías?
Sí; pero, el reto está en implementarlas en diferentes fases. Primero, aumentar la infraestructura de toma de datos climáticos y de movilidad urbana, tecnología Lidar (Light Detection And Ranging) y otros. Luego, implementar centros de monitoreo y procesamiento de datos, que integren la información de Big Data obtenida por la infraestructura urbana digital. Finalmente, diseñar proyectos urbano arquitectónicos tecnológicos conectados al sistema de datos con el objetivo de, si se identifica algún evento anómalo, respondan para mitigar el impacto.
Y, ¿la participación ciudadana, qué rol cumple?
Es parte de una estrategia colaborativa donde se integran actores sociales para recopilar información y tomar decisiones. Hay proyectos exitosos de planificación urbana en España, Estados Unidos, Reino Unido; no obstante, la participación ciudadana debe complementarse con una estrategia de análisis urbano tecnológico de especialistas, que permita tener data que no es visible ante los ojos del ser humano, pero sí por la tecnología y equipos digitales.
¿Qué lecciones se pueden recoger de las ciudades que sí han implementado medidas exitosas de adaptación ante olas de calor?
Antes de aplicar alguna solución, es importante analizar las características climatológicas como valores de radiación solar, humedad relativa, temperatura, velocidad y dirección del viento, cantidad de lluvia, nubosidad, entre otros. Otra lección es que sí se pueden diseñar proyectos adaptables y, que es necesario implementar políticas públicas que promuevan la importancia de estos proyectos a nivel urbano.
¿Es posible integrar la educación ambiental en estrategias de adaptación urbana?
Sí y esperemos que, en un futuro, los niños y adolescentes enseñen a los padres sobre el cuidado del medio ambiente, el cultivo de vegetación y el perjuicio de la contaminación en las ciudades. Resulta necesario incentivar la generación de talleres participativos comunitarios sobre estos temas con la finalidad de concientizar a la población y motivar un cambio cultural.
Datos para resaltar
- La temperatura media mundial cerca de la superficie registrada en 2023 aumentó 0,12°C, por encima de la media del período 1850-1900.
- El calor extremo del 2023 azotó muchas partes del mundo. Los episodios más significativos se produjeron en el sur de Europa y el norte de África.
- Según la OMM existe un 20% de probabilidad de que el aumento de las temperaturas supere temporalmente los 1,5°C el 2024.